El mundo te decepciona y ¿Culpas a Dios?
Pronto, muy pronto, todos ustedes
huirán, cada uno por su lado, y me dejarán solo. Pero no estaré solo, porque
Dios mi Padre está conmigo. (Juan 16:32)
Las decepciones humanas siempre son
dolorosas. Nosotros entregamos casi toda nuestra confianza en alguien que al
final, nos termina fallando. Puede ser una pareja o una amistad, un familiar o
un hermano de la iglesia. Un líder, un pastor o un vecino. Pero siempre duele.
Y la culpa quizás no siempre es de
los demás, sino nuestra, por no haber entendido el mensaje de la Biblia. La
Palabra de Dios es clara, y dice que es mejor confiar en Dios que confiar en el
hombre. Hay tantos cristianos que se alejan del camino de Dios por una
decepción humana, y yo te pregunto, ¿Dios tiene la culpa?
Dios está allí donde lo dejaste.
Dios está esperando el abrazo de su hijo perdido, de su hijo alejado. Recuerda
la oveja perdida en aquella parábola. ¿Dios tuvo la culpa de que ella se
perdiera? No, al contrario, la buscó día y noche, la llamó por su nombre, no
descansó hasta encontrarla. Ella se alejó de su pastor.
Así mismo es con nosotros. Cuando
tenemos problemas con una persona, cuando sentimos tanto dolor en nuestro
corazón, creemos que Dios tiene la culpa de todo y nos alejamos. Y Dios no
descansa, Dios te busca, Dios te dice “Todo lo que permito tiene un propósito.
Conozco tu dolor, sé que te duele, pero Yo no te he abandonado. Vuelve a mí.”
Hay un Salmo que me gusta mucho que
dice “Me mostrarás la senda de la vida. En tu presencia hay plenitud de gozo;
delicias a tu diestra para siempre.” (Salmos 16:11 RV1960) Y en la versión TLA
dice “Tú me enseñaste a vivir como a ti te gusta. ¡En tu presencia soy muy
feliz! ¡A tu lado soy siempre dichoso!”.
Cuando aprendemos a vivir para Dios,
cuando aprendemos que sólo en Su Presencia hay plenitud de gozo, cuando
entendemos que a Su lado seremos felices y dichosos, es allí cuando de una vez
por todas aprendemos a depender de Dios y sólo de Dios. Allí, cada vez que nos
decepcionen las personas, Dios nos consolará.
A Jesús todos sus discípulos,
seguidores y amigos, lo abandonaron. Pero Él dijo “No estaré solo, porque Dios
mi Padre está conmigo”. Así mismo debemos aprender a decir nosotros. Te van a
fallar, te van a decepcionar, y no es que sea pesimista, la Biblia misma nos lo
advierte; pero solo Alguien estará para consolarte: Dios.
Entonces ¿Dios tiene la culpa? No.
Dios ha permitido lo que te sucede para que dependas más de Él. Dios quiere que
vayas a Su presencia, que en la intimidad le cuentes cuáles son tus debilidades
y dolores. Que le cuentes cuáles son tus decepciones, que le pidas que restaure
tu corazón.
¿No crees que es injusto culpar a
Dios por algo que te ha advertido y a lo cual no hiciste caso? Él no quería que
pasaras por esta decepción, Él no quería que sufrieras tanto por una persona,
Él no quería que lloraras al recordar lo que te hicieron. Por eso te da la
Biblia, por medio de ella, Él habla, Él TE habla.
Te lo ha advertido, te lo repite
constante en la Biblia, te dice que no confíes ni en tu propio corazón, porque
hasta él es engañoso.
No te alejes de Dios cuando alguien
te falle. Recuerda que Él hizo que Cristo colgara en una cruz para darte
felicidad eterna. Vuelve hoy a Él.
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