Perder para ganar.




"Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios! Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida! Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, pues gracias a él ya hemos recibido la reconciliación". (Romanos 5:9–11) 
Hay una canción de Jesús Adrián Romero que se llama "Vengo a vender".
Por si no conoces a Jesús Adrián Romero (cosa que consideraría rara ya que es bien conocido por creyentes y no creyentes) pues, es un cantante (mi preferido por cierto), adorador mexicano, pastor, que va por el mundo predicando a Jesucristo con sus canciones hermosas. En fin,  en esa canción él refleja algo que una vez dijo el Mesías referente al costo de la salvación, aquí está el coro:

"Ven a comprar pan sin dinero y a llevar gracia del cielo, plena dicho y amistad, sin dinero y sin pagar. Ven a comprar perdón sin pago, salvación sin un centavo, vida eterna y libertad, sin dinero y sin pagar." 
Como ves, Jesucristo nos dice que nos ofrece la salvación ETERNA sin dinero y sin pagar. Cuando se refiere a "SIN PAGAR" es porque ya Él pagó nuestros pecados en la cruz. Pero bien, en el devocional de hoy quiero hablarles de la única cosa que Cristo pone como condición para obtener la vida eterna.  
"Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa." (Hechos 16:31) 
Muchas personas dicen que no aceptan a Cristo porque implica mucho sacrificio, un compromiso muy grande, dejar sus antiguas vidas para poder servir a Cristo. Amar al prójimo, anunciar el evangelio, orar, ir a la iglesia, leer Su Palabra y aparte ¡PRACTICARLA! Pero, a pesar de que estas cosas pueden ser duras en un principio, (claro, porque conlleva que uno tiene que abandonar por completo la vida que ya tiene hecha y comenzar desde cero), aquellas personas no se dan cuenta de que van a perder para ganar. 
Perder para ganar ¡Sí!  
Perder sus malos hábitos, sus parrandas, su vestimenta inadecuada, su modo de hablar minado de malas palabras, sus mentiras, su percepción de ver la vida al estilo "Vivir mi vida, la la, la la la...". Saben que tendrán que perder su orgullo, su odio, su egocentricidad, su "primero yo, después yo y luego...yo" En fin, PERDER SU VIDA PECAMINOSA. ¡Abandonarla! ¡Tirarla! ¡Desecharla! ¿Quieres más sinónimos? Pero aun con todo...¿Qué ganan? 
Ganan amor, pureza, bendición, protección, dirección, humildad, honestidad, alegría, gozo, felicidad, risas, carcajadas, fortaleza, crecimiento espiritual, crecimiento personal Y....VIDA ETERNA. ¡Por Dios Santo! Años tratando de encontrar el "Elixir para la vida eterna" y ya vemos que no hay ningún elixir, sino que si le sirves al Rey de Reyes inmediatamente tu nombre está inscrito en el libro de la vida y la vida eterna te espera. ¿Buenísimo, no?  
Detengámonos a pensar si lo que vamos a ganar es mucho mejor que lo que vamos a perder. Te aseguro que sí lo es.   
Hay personas entonces que creen engañar a Dios. Van a la iglesia,  las mujeres se visten con estas faldoootas largas tipo cristiano del siglo XV, los hombres con smokings y así todos muy elegantes, pero...¡Chanchararááán! TIENEN DOBLE VIDA. ¿Qué es esto de la doble vida? Fácil, cristianos de día y no sé qué de noche. 
Aquellos que quieren ganarse la vida eterna sin mover un dedo. No creo que Dios se esté sonriendo cuando los ve, contrario, se entristece, y esto, mis hermanos es lo que un creyente VERDADERO no ocasiona.  
Cuando empiezas a servirle a Cristo y le conoces, le amas. ¡Sí! Sientes ese calor bonito que te recorre cada vez que bajas tu cabeza e inclinas tu oído, cada vez que te arrodillas y juntas tus manos, cada vez que le alabas y alzas tus brazos, aun quedándote callado, sientes Su Gracia sobre ti, te sientes protegido, te sientes apapachado, te sientes AMADO. Y luego viene la etapa de reconocer que de verdad lo necesitabas en tu vida, porque solo Él te la ha llenado. Luego sigue el llamado "desierto", en el que te da las pruebas para que crezcas espiritualmente y seas FUERRRRTE, pero ¡esto no se queda ahí! CADA VEZ QUE LE FALLAS, TE PERDONA. UN MILLÓN DE VECES LO HAGAS, ÉL TE PERDONA. Aunque supongo que no vas a fallarle un millón de veces, porque se supone que el arrepentimiento es un cambio, no simples palabras.  
Hermano/a, si no has aceptado a Cristo como tu Salvador, ¿Qué esperas? El tiempo se agota y Él ya vendrá. Lo necesitas. Créele y sírvele. Perderás nada a cambio de lo que está preparado para ti si decides caminar de Su Mano.   
"En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” (Efesios 1:7)

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